3 de julio de 2015

¡El dolor, como oportunidad de madurar!

8. EL DOLOR COMO OPORTUNIDAD PARA MADURAR.


   Para finalizar estos testimonios que, con su vida, han manifestado todo lo escrito en este trabajo, quiero resaltar a Olga Bejano, pentapléjica durante más de veinte años que ha escrito su tercer libro: “Los garabatos de Dios” en el que hace una lúcida y vital reflexión sobre el sufrimiento y la felicidad. Éste es un resumen de la entrevista que le hizo Sara Martín:

  “Lleva más de dos décadas sin poder hablar. Respira a través de un respirador artificial; se alimenta con una sonda, ha sufrido casi doscientas neumonías durante este tiempo, varias docenas de intervenciones quirúrgicas…¡sin duda es la mujer de los récords!


   La vida es cada vez menos fácil para Olga Bejano, pero ha decidido continuar “trabajando” y luchando para dar a conocer todo el potencial de la sabiduría que lleva dentro. Después de haber escrito “Voz de Papel” y “Almas de color salmón” ambas en la editorial Libros Libres, sale ahora a la luz su última obra, “Los garabatos de Dios”, en la misma editorial. Con motivo de su publicación, Olga ha concedido una entrevista en la que explica los porqués de esta obra, repasa su situación actual y da razón de su esperanza en medio del dolor:

   “-Lo primero, lo que todos quieren saber, la pregunta que siempre surge en las fotos…¿Cómo estás?
-  “Fatal, físicamente una neumonía cada semana y psicológicamente muy cansada de luchar con la burocracia. Llevamos dos meses sin enfermera y como soy una enferma de UCI, mi madre hace tres turnos ella sola. Estoy encamada todo el día y casi incomunicada”-

    En segundo lugar, enhorabuena por tu tercer libro, y por todo el esfuerzo que ha supuesto. Dices en tu libro que el Cielo te pidió “en sueños como quien no quiere la cosa” que escribieras otro libro ¿Cómo fue?
-“En este libro explico cómo el Señor me ha ido enviando a lo largo de estos veinte años, porciones de conocimiento y sabiduría. Estos maravillosos regalos, eslabones de una misteriosa cadena, me han permitido abrir mi mente, madurar y crecer espiritualmente. Al principio no era consciente de lo que el Señor estaba haciendo conmigo y, ante la aparición de los regalos divinos, decía lo que casi todos los mortales: “¡Qué casualidad! ¡Qué coincidencia!” hasta que poco a poco me fui dando cuenta de que todas esas casualidades y coincidencias no eran tales y que todas, toditas, todas venían del Cielo. El Cielo hace las cosas más grandes de las maneras más sencillas y todos sentimos cuando un sueño es diferente.”-
    ¿No quedaba suficientemente reflejada la importancia que la religión tiene en tu vida en los otros dos libros? ¿Porqué añadir más?
-“¡Ni muchísimo menos! De toda mi evolución espiritual y religiosa he dicho lo que me ha salido del corazón en cada momento, pero queda mucho en mi interior.”-
    Ahora ya por fin ¿Tienes los deberes cumplidos?
-“Eso sólo Dios lo sabe, aunque a mí, trabajo no me falta, pero lo más importante ya lo he hecho y lo he comprendido.-
    La relación con Dios que tienes ahora ¿Ha sido un regalo de tu enfermedad, o más bien de tu experiencia cercana a la muerte?
-“Las dos cosas van unidas: Para mí la enfermedad no es ningún regalo. Los seres humanos somos materia y alma. La materia se puede deteriorar por muchas circunstancias y si uno acepta la situación de forma positiva, puede ser una oportunidad para crecer y madurar como persona humana y espiritualmente. Dios me da otro tipo de regalos, poniendo en mi vida un equipo médico de cuidados paliativos fabuloso, un montón de amigos que siempre están cuando los necesito, mi familia, vosotros los lectores, etc.-
    ¿Deseas decir algo a tantas personas que alrededor del mundo te conocen, te quieren y rezan por ti cada día, aunque nunca te han visto personalmente?
-“Desearía gritar que valoren la vida, que la sepan vivir sanamente, que vivan en paz y sepan ser felices con lo que son y lo que tienen. Que aprendan a ser felices y así sabrán hacer felices a los demás. No se puede dar lo que no se tiene.-
    Enhorabuena por tu lucha, tu valentía y tu ejemplo de coherencia ¿Cómo te gustaría terminar esta entrevista?
- “Todos sabemos que lo peor de una enfermedad incurable es el principio y el final. Mi “sprint” final, por muchos motivos, me está resultando muy difícil; por eso pido oraciones en abundancia y a mis lectores siempre os estaré agradecida porque habéis sido un estímulo para seguir viviendo al límite de lo imposible”-


   Creo que hasta aquí he mostrado, como pequeñísimo ejemplo de todos aquellos que viven su dolor unidos a la Cruz de Cristo, la importancia  que tiene el descubrimiento de la fe ante la realidad del sufrimiento, que en algún momento castiga la vida del ser humano. Cómo nos recuerda San Josemaría en el punto 73 de Surco:

“¡Qué diferencia entre esos hombres sin fe, tristes y vacilantes en razón de su existencia vacía, expuestos como veletas a la “variabilidad” de las circunstancias; y nuestra vida confianza de cristianos, alegre y firme, maciza, en razón del conocimiento y del convencimiento absoluto de nuestro destino sobrenatural!”.


No dejemos que esos testimonios se queden en el olvido, o sean anécdotas puntuales de algo que hemos leído en una tesis. Sino que, tomando buena nota de lo que el Señor ha querido decirnos a través de ellos, gestionemos mejor nuestro dolor.