23 de octubre de 2013

Quiero agradeceros a todos aquellos que me seguís desde los Estados Unidos y desde Hispano América, vuestras palabras de aliento y solidaridad. Verdaderamente es un orgullo sentirnos cristianos unidos en la fe, que se aman en la distancia. No dudéis que rezaré por vosotros y estaré encantada de que me contéis todas vuestras experiencias que, si no os importa y lo consideráis adecuado, compartiré con nuestros hermanos españoles y del Norte de Europa, que también nos leen. Un abrazo muy fuerte a todos.