14 de mayo de 2013

Ya se, Joana, que no es fácil ser fiel al mandato divino. Que sufrimos, y sufriremos, burlas, incomprensiones e intolerancias. Me llama la atención que todos aquellos que se llenan la boca de la palabra libertad y respeto, sean capaces luego de no admitir que seamos fieles a nuestra fe. Pero recuerda siempre que estamos avisados y que Cristo murió en una cruz. Y no seremos nosotros menos que nuestro Maestro. Demos muchas gracias a Dios de no vivir en países donde el mero hecho de ser cristiano comporta la muerte. Aprovecho estas líneas para pediros a todos que recéis por nuestros hermanos perseguidos para que la Gracia les de la fuerza de no flaquear en su testimonio. También recordaros que, como dice el Evangelio de mañana, Dios nos ha enviado a predicar, a extender su Palabra y no podemos acobardarnos; pero sí tenéis la obligación de formaros, de leer, de consultar. Estamos dispuestos, ya lo sabéis, a daros toda la formación que os sea precisa para llevar a cabo vuestra misión lo mejor posible. El resto, como siempre, lo pondrá el Señor. Un saludo a todos.